Accidentes Temporada Baja 2017

Otra cosa. Por si no lo sabían, este recuento es hecho a pulso, sin la existencia de instituciones o protocolos formales de comunicación que permitan investigar correctamente lo ocurrido. Así es que si este informe llega a ustedes, solo es gracias a la desinteresada ayuda de muchas personas, dentro de las cuales es apropiado ahora mencionar a Natalia Seguel, Hernán Puga, Leo Martínez, Nicolás Gantz, Felipe Coronado, José Córdova, Cristóbal Cament, René Cárdenas y Marco Puebla.

Además es importante recordar, como es la norma, que los incidentes en cuestión fueron redactados con un gran sentido del respeto, sin chistes o ironías de por medio y con el objetivo simple de entregar hechos.

Comencemos.

El 3 de abril del 2017, Marcos Puebla y Claudia Poblete salieron en dirección al cerro Marmolejo (6.108 m) con la intención de llegar tan alto como pudieran para experimentar altura, para lo cual fijaron como fecha de regreso en el retén de San Gabriel el viernes 7.

Sin embargo, al llegar el miércoles 5 a los 4.900 metros, Poblete comenzó a experimentar creciente fatiga y dificultades para respirar. Por lo que, temiendo que se tratara de un edema pulmonar, a primera hora del jueves 6 iniciaron un descenso que, con el paso de las horas, se transformó en evacuación extrema a medida que Poblete iba perdiendo las fuerzas.

El sábado 8, ya pasados del supuesto día de regreso, alcanzaron terreno de baja altitud y, viendo Puebla lo comprometido de la situación, la dejó con equipo suficiente para su sobrevivencia y se fue solo más rápido, encontrándose un poco más tarde con miembros del GOPE que efectivamente venían en su búsqueda. Con ellos, más logística de apoyo estándar (caballos y mulas), Poblete terminaría de ser evacuada por tierra e ingresaría consciente al hospital de San José.

A partir de ahí, la historia sigue un conducto diferente. Estando ella internada en el hospital Sótero del Río, su situación se agravó y estuvo una semana en coma inducido, luego de lo cual despertó, evolucionó positivamente, fue desconectada de las máquinas y experimentó una mejoría que parecía ser definitiva. Sin embargo, el 24 de abril, y ya ella pronta a ser dada de alta, falleció de un hemoperitoneo.

O sea, según tengo yo entendido, nada que ver con las consecuencias que implica la aparición de un edema pulmonar.

El 21 de junio del 2017, un grupo de amigos y familiares del poblado de Rivadavia se encontraba de paseo en los alrededores de la quebrada Agua del Sauce, cuando en algún instante de la mañana uno de ellos, Benjamín Marín (15), se alejó para comenzar a ascender por las colinas cercanas, movimientos durante los cuales se le perdió de vista.

El tiempo pasó y, como no regresó, sus cercanos trataron de ubicarlo, proceso durante el cual se toparon con Felipe Coronado, un joven que venía bajando del cerro Porongo. Este se unió a la búsqueda y poco después, en horas de la tarde, fue quien terminaría por encontrar en uno de los cerros aledaños el cuerpo sin vida de Marín.

Las fracturas que presentaba y el lugar donde se encontraba, al pie de unos acantilados de roca verticales, dieron a entender que el accidente fatal se habría producido debido a una caída.

Un grupo de 11 personas provenientes de Santiago ingresó el sábado 25 de junio al centro de esquí Corralco con la idea de, ya que el clima no se preveía de lo mejor, ascender lo más alto que pudieran; quizás hasta el Mirador del Lonquimay. Sin embargo, en algún momento de la subida prefirieron cambiar de idea por lo malo que se veía arriba y se fueron en dirección del cercano cráter Navidad, cumbre a la cual accedieron aproximadamente a las 3 de la tarde en medio de un tiempo que ya se echaba a perder.

En la bajada tuvieron problemas para orientarse y, debido a las difíciles condiciones climáticas, terminaron por extraviarse. Hasta que bien pasada la medianoche, tras horas moviéndose, no les quedó más alternativa que improvisar dos refugios donde esperaron por el amanecer. El domingo el clima no cambió y, a pesar que hubo movimientos e intentos de comunicación varios para salir del embrollo, continuaron bloqueados, lo que los hizo pasar una segunda noche en sendos refugios en una situación que ya se hacía crítica.

En el intertanto, se habían activado varios procedimientos de rescate multi-institucionales, incluyendo el movimiento de vehículos motorizados desde el centro de esquí. Masivo operativo que lograría ubicarlos el día lunes 27 y evacuarlos en helicópteros, situación que no evitaría que uno de ellos, Patricia Hadjes (50), falleciera por hipotermia.

En la segunda quincena de julio del 2017, la cordada compuesta por el ruso nacionalizado estadounidense Alexander Maznev (30) y los chilenos Cristóbal Bizarri (22) y Gabriel Navarrete (34) estaban intentando la Pirámide de Garcilazo (5.885 m), localizada en el sector de Laguna Parón. Esto es Cordillera Blanca, en Perú.

Sin embargo, ellos no regresaron cuando se les esperaba en Huaraz, generando suficiente preocupación a medida que los días pasaban como para enviar voluntarios y un equipo de rescate a determinar lo ocurrido, todos los cuales finalmente encontrarían el 31 de julio, en la parte baja de la montaña, los cuerpos sin vida de los tres mencionados.

Información circunstancial, incluyendo las fotografías de una cámara perteneciente a las víctimas, hace presuponer que el accidente debió ocurrir en algún momento después de las 11:10 horas, cuando estaban relativamente alto en la ruta (a no más de 100 metros de la cumbre). Momentos en los que al parecer un derrumbe de bloques de hielo cayó sobre ellos, impactando a los chilenos, arrancando el anclaje y tirando a un Maznev que iba de primero de cuerda.

Por supuesto, hubo varios otros incidentes que tuvieron algún grado de relación con los ambientes de montaña y que aquí no fueron mencionados. A los cuales se debe agregar todos los perdidos, equivocaciones y accidentes sin resultado fatal que también generaron preocupación.

Entendiendo que este no es un listado completo (lejos de eso), nos referimos a casos como la caída al suelo de una escaladora en Las Chilcas debido a que el dispositivo de aseguramiento no se activó, otro en el Arrayán con un vuelo no controlado que terminó en fractura, una persona perdida 4 días en la zona de Cochamó en abril, tres jóvenes rescatados en el Cajón del Muerto (uno de ellos herido), una fractura expuesta de tibia en el cerro Blanco, una cordada que se retrasó en el cerro Fuy en el área de Neltume, 16 turistas rescatados del volcán Sollipulli en dos vuelos de helicóptero, una fractura expuesta de tobillo en el área del volcán Llaima, una persona de 25 años que sobrevivió 3 días a la intemperie en el Parque Huerquehue, un militar con una fractura de tibia y peroné tras caerse en la palestra de Río Blanco, dos jóvenes perdidas en el Punta de Damas en junio, un excursionista fracturado en el Pochoco en agosto, un grupo que se atrasó en el Punta Negra en septiembre, dos jóvenes que se quedaron sin batería ni dinero para regresar a Pucón tras subir el Lanín… Etcétera.

Por último, algo de datos para ir adquiriendo perspectiva. Entendiendo que hay supuestos discutibles, que aún no he dado a conocer formalmente el marco conceptual con el cual trabajo y que esta información solo debe ser vista como una aproximación, ¿saben cuánta gente ha fallecido en las diferentes temporadas bajas desde el 2010? 35.

Estos son los valores: 2010, 3; 2011, 5; 2012, 2; 2013, 4; 2014, 4; 2015, 4; 2016, 8; 2017, 5.

Eso. Ya, cuídense y nos vemos pronto.