Agosto 2016
Como ya es hábito, a continuación con ustedes el recuento de los accidentes fatales ocurridos entre octubre del 2015 y marzo del 2016 en los ambientes de montaña de nuestro país debido a la práctica del montañismo o sus actividades relacionadas.
El cual no podría haberse realizado sin la desinteresada ayuda de quienes confían en esta idea de transparentar lo ocurrido; entre los cuales debo mencionar a Natalia Seguel, Diego Villalobos, Maximiliano Villar, Javier Reyes, Daniel Tureo, Mauricio Vargas,Leonardo Martínez, Damien Gildea y otros, a quienes si olvidé mencionar explícitamente de antemano les pido las disculpas del caso.
Esta vez el reporte está estructurado en 4 secciones: primero el detalle de los incidentes con directa relación al montañismo (incluyendo aquí la escalada), luego los vinculados al excursionismo, después los que acontecieron en disciplinas relacionadas, y, por último, un breve vistazo a los sustos, es decir, aquellos que tuvieron final feliz.
Montañismo I
El 12 de octubre cinco personas hacían escalada tradicional en El Alfalfal. Al final del día estaban en una ruta localizada cerca del Puente del Quillay (al lado de esa fisura donde tiempo atrás hubo un rescate por rodilla empotrada), cuando aproximadamente a las 20:00 horas, uno de ellos, Gonzalo Gajardo, se abocó a desequiparla.
Él comenzó a rapelear en doble, retiró un par de protecciones previamente puestas y, estando a unos 5 metros por debajo del anclaje, las cuerdas de las cuales colgaba se soltaron desde arriba; haciéndolo volar por unos 15 metros hasta impactar directamente de espaldas en un suelo de piedras.
Tras el accidente, algunos de sus compañeros fueron a buscar ayuda y otros trataron de estabilizarlo, pero lamentablemente Gajardo, quien estaba usando casco, fallecería en el mismo lugar debido a las heridas producidas.
Pasado el impacto de lo ocurrido, habría un entendible deseo por determinar las causas del accidente. Acerca de las cuales yo solo puedo indicar responsablemente que la cuerda no se rompió, que a Gonzalo no se le fue la cuerda por entre las manos y que tampoco falló el anclaje, puesto que una posterior revisión confirmaría que estos seguían en su lugar.
Montañismo II
Quizás el objetivo más exigente no logrado aún en el mundo es el cruce sin soporte de Antártica.
La mera enunciación del desafío desencadena una complicada discusión acerca de los conceptos que involucra, que van desde determinar un apropiado punto de partida y llegada, hasta el grado de purismo del estilo que se va a utilizar. Elaboraciones sobre las cuales, por supuesto, no hablaré hoy dado que exceden el propósito de este recuento.
Teniendo eso presente, se puede decir que en noviembre del 2015 se llevó a cabo un nuevo intento. Ahora a manos del británico Henry Worsley; un explorador que estaba entrenado, tenía experiencia y con una edad, 55 años, que no era un impedimento para un desafío de tan largo aliento como este.
Worsley partió el 13 de noviembre del 2015 desde la isla Berkner (Casco de Hielo Ronne), sin parapentes, usando esquís y arrastrando un trineo de 150 kilos. Así, surcó East Antartica, pasó por el Polo Sur y aceleró aún más después, perdiendo peso y llegando a su límite fisiológico. Tanto así que en el día 69 de su viaje, y con 1.469 kilómetros recorridos, tuvo que detenerse debido a que se sentía mal. Pasó dos días dentro de su tienda esperando a ver cómo evolucionaba, pero, debilitado, deshidratado y con fiebre, no tuvo más alternativa que abortar el esfuerzo y solicitar rescate.
Habría un operativo aéreo para extraerlo y trasladarlo a Punta Arenas, donde ingresaría de urgencia, se le diagnosticaría peritonitis y terminaría por fallecer debido a fallas orgánicas multisistémicas.
Una pena. Porque el punto final de Wesley era la costa del Casco de Hielo Ross. Que estaba, desde su último campamento, a escasos y tristes 48 kilómetros.
Nada.
Montañismo III
Cuatro jóvenes chilenos, Nicolás Oses (22), Tomás Piñeiro (21), Anthon Pohl (21) y Diego Villalobos (21) partieron de Santiago el lunes 1 de febrero con la intención de realizar un par de ascensos.
Tras subir el Unión el 2 de febrero, el jueves 4 se abocaron al cerro Arenas. Pero por error se desviaron un poco más a la izquierda de lo que se considera la ruta normal; lo que provocó que el fino acarreo con el cual habían partido se transformara después en otro compuesto por bloques grandes.
No cómodos con la situación, y considerando que bajar por donde mismo podía ser más peligroso aún, decidieron continuar para alcanzar una meseta que les daría la opción de acceder a un terreno más seguro. Desplazamiento en el cual estaban, cuando, aproximadamente a las 16:35 horas, y a unos 3.200 metros de altitud, vieron venir en su dirección un rodado de enormes piedras.
El ruido fue infernal y los jóvenes intentaron cubrirse, pero Oses no pudo, fue impactado masivamente y falleció en el acto.
Tras un segundo desprendimiento, más pequeño y breve, Villalobos y Pohl podrían constatar el fallecimiento de su compañero. Luego de lo cual atenderían a Piñeiro, que no estaba en riesgo vital pero sí con un serio golpe en la boca. Luego de lo cual, y entendiendo que no había más que hacer ahí, trasladarían a este hasta las instalaciones de Alto Maipo, desde donde se daría aviso de lo sucedido.
Excursionismo
El primero a revisar ocurrió en el cordón precordillerano de Santiago, en noviembre, cuando el germano alemán Günther Fischer (85) realizaba una excursión en la Sierra del Ramón.
Tras ingresar el jueves 19 por el Parque Mahuida, se le hizo tarde y no dio con la bajada exacta. Pudo comunicarse por celular con su familia hasta que la batería de su celular se agotó, luego de lo cual nada más de él se sabría. Hasta que, tras un intenso procedimiento de búsqueda, su cuerpo sin vida sería encontrado a mediodía del sábado 21 en una quebrada ubicada en Aguas de Ramón, un poco más al norte del que había sido su punto de entrada.
El segundo incidente aconteció el 25 de enero a estudiantes de la Universidad Diego Portales. Quienes planificaron una excursión a la laguna El Copín, ubicada en el sector de Campos de Ahumada, al norte de la ciudad de los Andes. Infortunadamente en el transcurso de la actividad, cuando estaban en el cajón del Saino, específicamente en la Quebrada Seca (o Las Lajas), y alrededor de las 13:00 horas, Matías López (21) se cayó unos seis metros por una ladera terminando con un traumatismo craneano que sería mortal.
Relacionados
Las carreras de aventura no enfrentan ni los mismos riesgos ni poseen la misma dinámica que el montañismo, pero su teatro de acción tiene áreas de traslape y, por ello, es conveniente revisarlos también.
El caso en cuestión ocurrió en la segunda versión del “Ultra Trail Torres del Paine”. Prueba de 50 kilómetros de largo que comenzó a las 8 de la mañana del 3 de octubre y en la cual participaba el argentino Jonathan Canto (23). Este sería visto por un amigo en el km. 18, donde aquel manifestó que estaba sin problemas, solo cansado. Sin embargo, a las 13:30 horas, ya cerca del kilómetro 30, y a escasos metros del Campamento Italiano, Canto colapsaría y fallecería. Días después la respectiva autopsia constataría que la causa de su deceso sería un paro cardio-respiratorio. Lo cual da para varias lecturas, en las cuales, de nuevo, no es buena idea profundizar ahora.
Y después tenemos a la belga Margaret Guillaume (68), quien, a las aproximadamente 9 de la mañana del 8 de octubre se cayó de espaldas a uno de los pozones de agua hirviendo en los Geyseres del Tatio, siendo auxiliada inmediatamente por Daout Francois (64), quien en su esfuerzo también sufriría quemaduras. Ambos serían trasladados a San Pedro de Atacama y de ahí a Calama, donde Daout presentó solo heridas en los antebrazos, sin riesgo vital; no así Margaret, quien tenía extensivas quemaduras en su cuerpo cercanas al 70%. Las cuales requirieron su posterior traslado a Santiago, donde terminaría por fallecer una semana después.
El último caso, uno cuya inclusión en este reporte es difuso debido a los criterios que normalmente utilizo, es el de Germán Godoy (24), que fallecería en la noche del 21 de enero en Temuco, tras haberse estrellado contra un árbol en un canopy en Pucón.
Casos No Fatales
Finalmente, un listado “somero”, e incompleto, de los sustos que se produjeron.
En Cochamó una cuerda que se cortó y provocó un fenomenal deslizamiento a la involucrada hasta que la otro cuerda la detuvo, una caída grave de una menor de edad en el muro del Mall Sport, una caída en escalada deportiva que arrancó un perno de expansión en El Arrayán, un tipo perdido en el Leonera por tormenta y rescatado en helicóptero, una fractura expuesta al cruzar un río torrentoso en área de Campo de Hielo Norte, una caída de 15 metros en El Arrayán que dejó dientes rotos y cortes en la cabeza, en el Aconcagua un edema pulmonar y una quemadura ocular en un grupo chileno, una chica evacuada en Aguas de Ramón por una lesión en su pierna, similar a otra que acaeció en el Tres hermanos, una caída en Punta Ventanas con fractura de muñeca, una luxación de hombro en el Bosque Mágico, una lesión de tendón en Cochamó, un edema pulmonar en El Plomo, montañistas perdidos en Ralún, un rescate en el cerro Tórtolas, etc., etc., etc.
Y para no olvidar…
Que la moraleja de estas líneas no debe ser dejar de hacer locuras. Sino que tentarlas inteligentemente.

 


 

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